Asadillo de pimientos manchego

Receta asadillo manchego de pimientos

Continuando con la línea que llevo últimamente en la que he vuelto a retomar y publicar recetas tradicionales que de siempre han estado presentes en mi casa y que a pesar de no conllevar ninguna dificultad, resultan deliciosas,  en ésta ocasión le ha tocado el turno a éste asadillo manchego de pimientos. Una receta ideal, que podemos dejar preparada de un día para otro, e incluso una vez asados los pimientos podemos conservar embotados siguiendo las indicaciones convenientes para cualquier conserva o incluso congelar.

En mi casa, mi madre cuando llegaba el buen tiempo siempre solía tener preparada una gran fuente de pimientos asados en la nevera, que alternaba con un gazpacho fresquito, siempre en grandes cantidades, para saciar el hambre o la gula de seis hijos con buen apetito... ella siempre decía que no sabía cocinar para poca gente, por eso le costó mucho esfuerzo y alguna que otra lágrima  a  medida que nos íbamos casando y saliendo de casa, acostumbrarse a utilizar esas cazuelas más pequeñas que permanecían guardadas en los armarios de la cocina casi nuevas.

Esta receta popular se puede servir acompañando tanto a carne como a pescado, además en ensalada resulta riquísima con ventresca de bonito, con anchoas, con aceitunas y huevos, en fin con tantas cosas como se os ocurra y siempre queda delicioso. Mi madre la servía muchas veces con caballa o sardinas hechas previamente  a la plancha,  posteriormente sacaba los lomos, los colocaba encima de los pimientos ya aliñados, y justo en el momento de servir, daba un toque de brillo y sabor al pescado con un hilo de aceite de oliva virgen.... ¡todavía se me encoge el estómago cuando lo recuerdo!.

Ingredientes del asadillo:

• 6 Pimientos rojos variedad Lamuyo grandes

• 2 Dientes de ajo

• 1 Cucharadita de comino en grano

• Vinagre de jerez

• Aceite de oliva virgen

• Sal

• Anchoas 

Elaboración de la receta:

1. Calentamos el horno a 200º. Lavamos,  secamos los pimientos y los colocamos en una bandeja de hornear.
2.  Regamos los pimientos con un hilito de aceite de oliva virgen y horneamos a 180º con calor arriba y abajo alrededor de 40 minutos.
3.  A la mitad del horneado,  damos  la vuelta a los pimientos y comprobamos que empiecen a ablandar. Pasado ese tiempo, apagamos el horno y dejamos dentro. No conviene excederse en el horneado para que no queden muy blandos y consumidos.
4.  Una vez frios los pimientos, quitamos la piel y las semillas y cortamos en tiras finas. Reservamos.
5.  En un mortero ponemos los dientes de ajo y los cominos y majamos. Añadimos entonces el aceite de oliva, el vinagre y la sal a gusto y volcamos sobre las tiras de pimientos.
6.  Probamos, y rectificamos el aderezo si hiciese falta. Acompañamos con unas anchoas o ventresca de bonito.... etc.

Es importante que elegir unos pimientos rojos hermosos,  firmes, brillantes y carnosos, para que al asarlos no mermen en exceso. Yo suelo hornearlos la noche anterior a utilizarlos,  los dejo enfriar en el horno apagado, no necesito taparlos con nada, con la humedad que se genera es suficiente para que se pelen con facilidad. Espero que os animéis a seguir preparando este tipo de recetas tradicionales.