Aunque el mal tiempo nos está dando un respiro, ya estamos en pleno otoño, los hojas comienzan a caer los árboles y los paisajes se tornan de distintos tonos ocres, vuelven las castañas, las setas, las calabazas y los aromáticos membrillos.
Recuerdo como mi madre los guardaba entre la ropa de mesa ya que por sí solos eran el mejor y mas natural de los ambientadores. También recuerdo como me gustaba mordisquearlos hasta extraer todo su jugo, a pesar de su pulpa áspera, me encantaba el regusto que dejaba en mi boca, son momentos muy presentes en mi memoria a pesar de la lejanía del tiempo.
Todos los años suelo preparar dulce de membrillo, pero como mas me gusta hacerlo en su propio almíbar, ya que al no cocerlo previamente en agua, el sabor es mas intenso y delicioso, mas cómodo porque no hay que estar removiendo constantemente para que no se pegue, eliminando de ésta forma, el riesgo de las temidas quemaduras, ya que apenas salpica.
DULCE DE MEMBRILLO
Ingredientes:
- 1 Kg. Membrillos
- 800 g. Azúcar
- 1 Palo de canela
Elaboración:
La noche anterior a la preparación, lavamos muy bien los membrillos, eliminando el polvillo que suele recubrirlos. Secamos, pelamos, retiramos el corazón y las pepitas y cortamos en trozos regulares, no muy grandes.
Una vez troceados, colocamos en una cazuela de fondo grueso y añadimos el azúcar, removiendo un poco para que quede todo bien mezclado. Tapamos y dejamos reposar toda la noche. De ésta manera lo que conseguiremos es por un lado que los membrillos se oxiden, y obtendremos una pulpa con bonito color rojizo y por otro, que se macerarán dando lugar a un delicioso almíbar.
Al día siguiente, ponemos la cazuela en el fuego, añadimos la rama de canela y dejamos cocer a fuego lento durante unos 50 minutos o hasta que veamos que el membrillo se carameliza dando lugar a un color cobrizo, se ablanda y el almíbar se vuelve mas denso.
Apartamos del fuego, retiramos la canela y trituramos, comprobamos el punto de cocción, poniendo un poco en un plato y metiendo en la nevera, si se solidifica en unos minutos, el membrillo estará en su punto ideal. No conviene pasarse en su punto de cocción o saldrá muy duro, por el contrario, si notamos que no tiene la densidad adecuada, volveremos a poner en el fuego unos minutos mas.
Volcamos sobre moldes previamente untados con un poquito de aceite de girasol, ponemos en contacto con el dulce papel film para evitar que se forme costra. Una vez frío tapamos herméticamente y conservamos en la nevera.
Gosto tanto mas nunca fiz
ResponderEliminarEsse ficou uma delicia , mesmo como eu gosto
bj
Muy bueno con queso fresco me encanta ...gracias por tu receta y buenas noches.
ResponderEliminarDelicioso
ResponderEliminarMaravilloso!! Tiene que estar muy muy rico!!!
ResponderEliminarBesos
Que rico Carmen, este año lo voy a preparar asi.
ResponderEliminarBesos
Que de recetas ricas se pueden preparar con ese dulce de membrillo!!!!! Nos encanta!
ResponderEliminarBesos de Bea y Mara