Brownies en huevo

Definitivamente lo mio no son las manualidades. ¡Me ratifico! Ultimamente me he vuelto una adicta a todo tipo de cacharros y de moldes, he pasado de mirar los escaparates de moda a recorrerme páginas y páginas en internet en busca de todo tipo de menaje.

¡No tengo remedio, me gusta complicarme la vida! Llego a esta reflexión después de hacerme esta pregunta:  ¿por qué en lugar de cáscaras de huevos no me habré decantado por uno de esos moldes tan monos que esperan en una estantería  para hacer esta receta? Yo misma me contestaré... porque soy así, cuando algo me gusta voy a por todas, aunque suponga un esfuerzo añadido!

Como este año no voy a pasar la Semana Santa con mis hijos, pensé en darles una sorpresa y prepararles algo especial antes de irse, y buscando en la red me encontré con este brownie en La receta de la felicidad

y me encantó. Lo de menos era el tipo de bizcocho que llevara dentro, lo que mas me gustó era la idea de ser cocinado en la cáscara de huevo. Y ayer me puse manos a la obra...

Empece a prepararlos como explica Sandeea, para ello pinchamos cada huevo con un punzón o sacacorchos en la parte inferior y con cuidado rompemos con los dedos hasta conseguir un díámetro mínimo de un dedo meñique. Vaciamos el interior y lavamos bajo el grifo para eliminar cualquier resto. Procedemos así con todos.

Seguidamente llenamos un bol con agua y añadimos unos 100 g de sal por cada litro, sumergimos los huevos bien para que no floten y dejamos allí media hora. Sacamos y dejamos secar con la abertura hacia abajo sobre un papel de cocina.

 El proceso de teñido de los huevos no tiene  ninguna dificultad, simplemente consiste en ir sumergiendo cada huevo en un vaso de agua al que habremos añadido una cuchara de vinagre y el tinte en gel o líquido del color que queramos.

La receta que he utilizado es la que suelo emplear cuando hago distintos tipos de brownies, quizás hubiese quedado mejor otra con mas harina y menos huevos para que no subiese tanto y se desbordase menos. De todas formas se puede hacer con cualquier bizcocho.

Ingredientes:

• 200 g. Chocolate fondant
• 200 g. Mantequilla
• 150 g. Azúcar
• 5 Huevos
• 1 Cucharada sopera colmada de harina
• 1 Cucharita de extracto de vainilla
• 1 Docena de cáscaras de huevo

Elaboración:

Ponemos el horno a precalentar,  mientras  derretimos al baño Maria, el chocolate fondant junto con la mantequilla, removiendo hasta que se fundan completamente. Añadimos el azucar y el extracto de vainilla y seguimos moviendo para que se integre bien. Apartamos del fuego y dejamos entibiar.

 Agregamos entonces los huevos uno a uno sin parar de remover y por último añadimos la harina e integramos bien. Pasamos esta mezcla a una manga pastelera o biberón para facilitar el relleno.

Engrasamos cada huevo con una gota de aceite, girándolos para impregnarlos bien y rellenamos las 3/4 de las cáscaras con la mezcla anterior. Si preparáis un bizcocho que contenga levadura llenad solo la mitad.

Colocamos los huevos sobre un molde de magdalenas o muffins al que le colocaremos un poco de papel aluminio para que asiente bien. Horneamos durante unos 15 o 20 minutos a 170º en horno precalentado. Sacamos y limpiamos con un paño húmedo el exceso de la masa en las cáscaras, mejor en caliente ya que en frio sale peor. Yo os recomendaría que no teñir los huevos en esta preparación, ya que al limpiarlos se pierde parte de color.

Yo he optado por presentarlos en la mesa tal cual muestro en la foto, sin pelarlos del todo, ya que al tratarse de una masa mas húmeda, se toma con cucharita.

Solo unos consejos:

La preparación de los huevos no es difícil, pero si un poco laborioso, si al final os decidís a teñir las cáscaras, tened mucho cuidado al limpiarlas cuando salgan del horno porque se puede ir parte del tinte.

 Una vez teñidos, mejor dejar secar completamente hasta el día siguiente.

No rellenar en exceso los huevos.