Higos en almibar con queso fresco y nueces cantonesas

A primeros de mes se fueron mis hijos con su padre a pasar las vacaciones a Galicia, ese primer fin de semana sin ellos se me hizo cuesta arriba, hice y deshice y no encontraba nada me me distrajera.

De repente empecé a pensar en unos higos en almibar que había probado el año anterior en casa de un amigo y me habían gustado mucho, y decidí prepararlos y conservarlos.

Al final ese finde semana, que parecía que la apatía se había apoderado de mi, se transformó en uno de lo mas productivo, porque aproveché para dar rienda suelta a una de las cosas que he descubierto hace poco y que cada día me gusta mas, y es el mundo de las conservas, preparé mermeladas de distintos sabores y melocotones e higos en almibar.

Disfruto tanto con esta nueva afición que el día 3 de Agosto voy a hacer un curso intensivo, en una escuela en pleno contacto con la naturaleza, a unos kilómetros del Escorial, llamada  El espíritu del bosque donde me van a enseñar todo tipo de embotado, desde mermeladas a escabechados, encurtidos, salazones etc, ya os contaré todo lo que aprendo allí.

Las nueces cantonesas están siempre presentes en mi casa, desde que las descubrí hace tiempo en el blog de Ana en la cocina, se han convertido en indispensables para improvisar cualquier postre. Se conservan perfectamente en un bote o caja bien cerrado.

Ingredientes:

• Queso fresco (en mi caso Quark)

Higos en almíbar

• 1Kg. Higos
• 500 g. Azúcar
• 1 L. Agua
• 1 Ramita de canela
• 1 Anis estrellado

Nueces cantonesas

• 200 g. Nueces de California peladas
• 200 g. Azúcar
• 100 g. Agua
• Aceite de girasol para freir

Elaboración:

Lavamos muy bien los higos, les cortamos los rabitos y con una brocheta o tenedor los pinchamos varias veces para que suelten el líquido blanquecino que tienen y para que penetre luego el almíbar.

Los colocamos con cuidado en una cazuela, los cubrimos de agua y los dejamos hervir unos minutos, cuando veamos que ya no sueltan espuma, los sacamos y tiramos ese agua.

En otra cazuela ponemos el litro de agua, el azúcar, la canela, el anis estreñado y los higos y los dejamos cocer a fuego lento alrededor de dos horas, si vemos que los higos ya están blandos y el aspecto de la piel ha cambiado y se ha vuelto como mas atornasolado, pero el almíbar es muy ligero, los sacamos y dejamos que reduzca un poco el líquido, para que tenga una mayor consistencia.

Si queremos conservarlos, introducimos los higos con el almíbar en frascos esterilizados y cocemos al baño Maria durante media hora. Yo recomiendo no comerlos hasta pasadas por lo menos un par de semanas para que se asienten bien los sabores.

Para preparar las nueces, lo primero que hacemos es echarlas en un colador y lavarlas muy bien. En una cazuela ponemos el azúcar con el agua, cuando veamos que se ha disuelto éste, añadimos las nueces y las dejamos cocer a fuego suave unos ocho minutos.´

Apartamos del fuego rápidamente, porque tienden a hacerse un bloque y colamos el almíbar. Extendemos sobre un papel de horno y dejamos enfriar. Calentamos aceite de girasol y cuando empiece a humear añadimos las nueces, removemos constantemente y tenemos mucho cuidado de que nos se nos quemen, pues al haber cocido con el almíbar, el azúcar forma una película alrededor de ellas y alcanzan temperaturas muy altas. Sacamos, dejamos enfriar, retiramos el exceso de aceite y conservamos en frascos herméticos.

En una manga pastelera introducimos el queso que prefiramos, si es consistente, lo batimos un poco, no le añado azúcar porque ya lleva el almíbar de los higos. Con una tijeras hacemos un corte en forma de cruz en la parte superior de los higos y los rellenamos con el queso.

Los colocamos en un plato, añadimos un poquito mas de queso y regamos con el almíbar, por últimos ponemos una nuez en cada uno.