Agregamos entonces la harina tamizada con un colador junto con la levadura y la sal, removiendo lo justo con las varillas para conseguir una mezcla homogénea y añadimos por último el agua de azahar y la ralladura de naranja.
Vertemos la masa en las capsulas hasta un dedo del borde y metemos éstas en un molde rígido para hacer que las magdalenas suban, y las metemos en la nevera durante media hora para que reposen.
Calentamos el horno a 220º, pasado el tiempo de refrigeración sacamos las magdalenas, echamos azúcar por encima, bajamos el horno a 200º y horneamos hasta que estén doradas, alrededor de unos 12 o 14 minutos dependiendo del horno.
Mira que preciosas ellas!!! y que altas!!! no tengo agua de azahar y de cara a fiestas lo necesitaré.... besotes.
ResponderEliminarTe han quedado hermosotas Carmen , con un copetito perfecto.
ResponderEliminarEn mi casa son las preferidas ;)
Besinos linda, me alegro que estés mejorcita.
Que buena pinta tienen estas magdalenas...me encantan!!!
ResponderEliminarBesos
Me llevo tu receta, unas magdalenas bien hechas son lo mejor de lo mejor.
ResponderEliminarSimplemente deliciosas. Me encantan. Me llevo una para el café. Bss.
ResponderEliminarQué pinta tan estupenda tienen que estar buenísimas
ResponderEliminarbss Ana
Unas magdalenas de apariencia perfecta y de sabor y textura, viniendo de webos fritos, me imagino que insuperables.
ResponderEliminarComo siempre, las fotos una pasada.
Hasta la próxima, un abrazo.
Pedro
No me extraña que hayas repetido más de una vez, te han quedado unas madalenas espectaculares!! un beso
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